octubre 26, 2004

Nosotros votamos, vosotros votais, ellos ganan

Hojeo densos estudios publicados por serios organismos dedicados a analizar la realidad social chilensis, escucho con aburrimiento a conspicuos representantes de los poderes del estado, me dedico con estoicismo a mirar en la T.V local, fugaces entrevistas que ofrecen sesudos politólogos, los de turno. Se muestran todos alarmados, agitados, nerviosos, ¿Que está pasando, cuál es el motivo?:la existencia de un millón y medio de personas jóvenes que permanecen inmutables a cuanto intento se ha hecho por lograr convencerlos que concurran a inscribirse a la oficina del registro electoral correspondiente.


jugando a votar


Declaro no entender el motivo de tamaña exaltación, al revés, creo que deberíamos sentirnos tranquilos de comprobar que existen en el país, tal cantidad de personas sabias y sensatas, que están sorteando con éxito la maquinaria para hacerlos creer que participar con el voto en un proceso eleccionario político, es sinónimo de un genuino proceso de elección de representantes. Nada más falso, los jóvenes lo saben hace tiempo.


Los expertos, están alarmados pero muy cautelosos. No es para menos, se trata de un universo compuesto por cerca de dos millones de personas respecto de los cuales nada se sabe acerca de como eventualmente podrían votar. Capaz que no convenga que lo hagan, podría desestabilizarse el precario equilibrio de las fuerzas en aparente pugna, o quién sabe que otra catástrofe de índole social. Mejor los mantenemos así, y hacemos como que nos interesa que participen, generamos algunos proyectos de leyes, discutimos, encargamos estudios, pero llegamos hasta ahí no más, no tiene sentido asumir riesgos innecesarios, menos ahora, ad portas de iniciar un nuevo proceso de elecciones presidenciales.


Quizás esto explique mejor el porqué representantes del oficialismo y también de oposición, comparten sospechosa actitud frente al tema, o porqué aún se mantiene el ridículo horario de atención de las oficinas inscriptoras, o simplemente porqué no hay más de ellas, emplazadas en lugares de gran afluencia pública como estaciones de metro, o en las cercanías de sitios que frecuentan los jóvenes, campus o barrios universitarios, o porqué la demora en implantar un proceso de inscripción automática. ¿No será que hay escaso interés real por obtener la participación de los no inscritos?.


el voto es secreto


Surge otro temor, el proceso de votar, será ¿voluntario u obligatorio?. Hablan de nuevo los expertos, - sociólogos que han estudiado los fenómenos sociales aquí y en la quebrada del ají - son los llamados consultores, a ellos acuden las altas esferas del poder, para recibir el oportuno consejo técnico respecto a "como conducir a la masa social hacia esquemas y modelos de mayor participación democrática", elegante eufemismo para referirse a "como hacer para que unos pocos, - los mismos de siempre -, escojan entre ellos, a quienes corresponde el turno de ostentar el poder, y además parezca un proceso cabalmente legítimo".

Sentencian con severidad los consultores: debe implantarse la obligatoriedad de votar. A continuación argumentan con una tonelada de frases ambiguas que darían para elaborar un manual de varios volúmenes. En términos sencillos y directos, los expertos están señalando que "la masa social", es decir Uds., yo, - nosotros -, poco y nada sabemos acerca de lo que queremos y menos aún de aquello que es realmente bueno para nosotros, luego entonces, será absolutamente necesario, crear los mecanismos para conducir al "rebaño" social hacia el modelo "que todos queremos", frase predilecta, de uso habitual, extraída del mismo voluminoso manual de eufemismos que suelen consultar los expertos.

Siento envidia por lo no inscritos. En algún momento del pasado inmediato, con una tremenda dosis de ingenuidad y los sentidos algo atontados por la tremenda expectativa de participar en algo trascendente, como pensaba yo, eran los procesos de elección democrática, corrí presuroso a inscribirme en el registro electoral, es más, mi ingenuidad llegó a tal extremo que participé con cierto gozo como vocal de mesa. No pasó mucho tiempo para que los sentidos se recuperaran y cayera en la cuenta que se trataba de los mismos de siempre, y no me estoy refiriendo a una facción específica, sino que a todos por igual.


familia que vota unida...

Ante nosotros aparecen como antagonistas políticos, en la intimidad, una sola gran familia sufriendo las típicas y normales desavenencias. Nada que una buena conversación no pueda arreglar. La familia es la familia y hay que mantenerla unida a como de lugar, cuestión que tiene mayor sentido hoy en día, y que nuestra familia política ha entendido muy bien.

Ellos saben que el gobierno central no reside en el propio país, sino que en puntos alejados del mismo desde donde se entregan los instructivos para el siguiente año: metas macro económicas que deben ser alcanzadas, tasa de inflación, desempleo, natalidad, mortalidad, salario mínimo, balanza comercial, y un largo etc. ¡Ay¡ del país que no cumpla, - o se rebele -, en ese mismo instante aparecerá un equipo de Comisarios, no precisamente de aquellos que muestran las películas, estos son otros, poderosos representantes de los organismos encargados de llamar al orden a las naciones que de vez en cuando, se salen de la fila. Bien lo saben nuestros vecinos.



ilusionismo electoral


Decidí no seguir envidiando a los no inscritos y practicar la objeción de conciencia, que no es otra cosa que un intento de ser consecuente con las propias ideas, entonces, al igual que ellos, el próximo domingo de elecciones, me convertiré en un simple espectador del show, haré cuenta que se trata de una representación, una fenomenal producción de ilusionismo montada a altísimo costo, con avisaje y raiting asegurado. Observaré entretenido el desfile de figuras, y me sorprenderé con la soberbia capacidad histriónica de sus actores, para simular con extraordinaria habilidad, la impaciencia, el nerviosismo y toda la incertidumbre previa al anuncio de los resultados finales.


Para evitarles inútiles tensiones, les anticiparé el resultado del evento: todos los políticos triunfarán, sin excepción, dirán al mundo que ganaron, no habrá derrotados.


ellos ganan


Lo triste es que es cierto, todos ellos ganan siempre. Los que perdemos somos nosotros.

5 Comments:

At 10:54 a. m., Anonymous Anónimo said...

Milla, amigo : Nunca he creido en eso de "un hombre=un voto"...me inclino por la inscripción voluntaria y el voto voluntario. Que gobiernen los que quieran tomarse la molestia. Lo único que les pido es que sigan construyendo autopistas y que los muros sean suficientemente altos para no tener que ver a los pobres ni dejar pasar las piedras.
Como dijo la Susanita de Mafalda "¿para qué ayudarlos si basta con esconderlos?"

rdq

 
At 1:46 p. m., Blogger Srta. Lee ® said...

Conozco tanta gente que dice al momento de debatir sobre política o críticas al sistema, "a ver niñito...estás inscrito en el Registo Civil???...no???...entonces no opines!"
No se dan cuenta que el mismo hecho de no inscribirse, es nuestra opinión ante un inútil sistema político, donde nadie cumple con sus propuestas, donde se gasta en campañas electorales, el dinero que algunas familias sueñan con algún día tener, donde todos son doble standar, donde hacen imposible querer identificarse con sus ideologías.
Por eso NEVER me inscribiré.

 
At 4:08 p. m., Blogger El Señor Templario said...

saludos señor milla:

tiene toda la razon en su vision del juego politico que vivimos en estas epocas de "actuacion electoral" donde los bufones entran a la palestra con la unica intencion de ganar su a veces mal habido sustento y hacernos creer que a partir de su eleccion todo mejorara, cosa que como todos sabemos es una mentira tremenda.
por otra parte, existen personas que relegan la opcion de opinar sobre el tema politico a estar simplemente anotado en un registro de "yo quiero votar, dejenme votar", lo cua a mi parecer es un gran absurdo, pues evidencia con logico reclamo el por que del malestar al sector politico asi como a la opcion de sufragar.

adios

 
At 6:11 p. m., Blogger Petruska said...

que delicado tema el que planteas, ojalá fuera tan sencillo como validar una opinión crítica, tan extendida, sencillamente al no inscribirse. Debemos aprender a armar una democracia, imagino que eso pasa por años de circo aún; reaprender el mundo de las ideologías, de los principios y el respeto. En fin, mucho que hacer; quizás como tú lo piensas, no sea necesario votar para ello...
Saludos, una inscrita.

 
At 4:21 p. m., Anonymous Anónimo said...

Jorge
¿Qué estabas planeando hace mas o menos unos 19 años y 10 meses?

Aprovecho de desearte unas felices fiestas

E jofre
trauco99@hotmail.com

 

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